Fernando Molano, Circa, 1996

domingo, 14 de octubre de 2012

Hace tres semanas no como nada en mis recreos, y le he robado algún dinero a mi padre


 Sólo he bebido unos tragos para darme valor, y he
ido al mercado de muchachos para comprarte:
eras el más bello.

Hubiera podido contarte lo hermoso que fue pensar
en ti todos estos días, pero no me ha salido hacerlo
-parecías tan apresurado por amarme-, y no he
sabido de qué puede hablarse mientras se desnuda
uno.

 Hubiera podido, incluso, darte un beso antes de
preguntarte dónde te habías metido todo este tiempo
en que anduve solo.

 Ahora, no entiendo por qué sonríes de esa manera.
Y te pones mi reloj. Y sacas esa navaja.

(Creo que no vale la pena decirte que no lucías tan
cínico en los sueños que tuve anoche).